miércoles, diciembre 02, 2009

REDESCUBRIR LA PERSONA HUMANA


La declaración de Manhattan: redescubrir el valor de la persona humana
Andrés Ocádiz Amador aocadiz@legionaries.org



El pasado 20 de noviembre se dio a conocer la «Declaración de Manhattan», un documento firmado por 152 representantes cristianos ortodoxos, católicos y evangélicos, en la que se pronuncian en contra de algunas políticas del gobierno norteamericano y hacen un llamado de conciencia a toda la comunidad cristiana de los Estados Unidos.

En esta declaración se habla de tres nociones que pueden parecer diferentes entre sí (vida, matrimonio y religión), pero se relacionan mucho cuando se les añade la palabra “respeto”. Y de esto precisamente habla la declaración de Manhattan: respeto a la vida, al matrimonio y a la libertad religiosa.

Podría parecer que es hablar más de lo mismo: porqué los cristianos condenamos el aborto, porqué no aceptamos el “matrimonio homosexual” y porqué pedimos libertad religiosa. Sin embargo, a mi parecer, este texto ha dado en la diana porque nos remite al fundamento de la cuestión: la dignidad de la persona humana.

El problema de fondo es que, poco a poco, se ha ido diluyendo y destruyendo el significado de la persona humana. Si se piensa en la persona como alguien capaz de relacionarse o de hablar, se está olvidando el aspecto fundamental de la persona: que ella es, por naturaleza, racional. Si es capaz de relacionarse y hablar es gracias a esta racionalidad propia de su modo específico de ser. Dichas capacidades (ejercitadas en el alto nivel del hombre, por tanto, de forma muy diversa de lo que se constata entre los animales) no son otra cosa que manifestaciones de su racionalidad. A esto habría que añadir también que cada persona humana es una creatura de Dios, hecha a su imagen y semejanza. En cada hombre o mujer que vemos podemos descubrir, como en un espejo, la imagen de Dios. Todo esto nos muestra que la persona humana no es cualquier “cosa”, sino un ser de valor altísimo por su constitución propia y por su semejanza con Dios.

Teniendo esto claro, lo demás es una simple cadena de consecuencias, porque se comprende que todos los derechos de la persona no son añadiduras extrínsecas que otros generosamente le han concedido, sino que la persona misma, por ser ella quien es, es la fuente de esos derechos. Esos derechos le pertenecen por esencia.

Únicamente a esta luz de la dignidad de la persona se entenderá que los cristianos pedimos respeto a la vida porque la persona lo merece por ella misma y no porque sea útil a la sociedad o porque el niño venga sano. Sólo con este presupuesto se valorará el matrimonio entre hombre y mujer como la primera institución de la sociedad para garantizar la salud, la educación y el bienestar de todas las personas, principalmente los hijos, porque la persona lo merece. Y solamente si se reconoce la dignidad intrínseca de la persona se aceptará que no se puede imponer ninguna religión pero tampoco se puede prohibir, obstaculizar o confinar la libre expresión de los propios cultos y convicciones religiosas.

La «Declaración de Manhattan» también coloca en la mira otros problemas como la falta de apoyo a las madres solteras, el tráfico sexual, la explotación de trabajadores, el abuso de niños, las “limpias raciales”, el SIDA, los altos índices de natalidad ilegítima y el divorcio, entre otros. Pero si se analizan con detenimiento estos problemas, veremos que en el fondo la causa es la misma: se ha perdido de vista el valor fundamental de la persona, de cada persona, y por eso se le abandona, desprecia y explota.

Como bien constata el documento, durante 2000 años de historia el cristianismo se ha esforzado por proclamar la palabra de Dios «buscando la justicia en las sociedades, resistiendo las tiranías y saliendo con compasión al encuentro del pobre, del oprimido y del que sufre». La misión de este decreto, según los mismos firmantes, es hacer un llamado de conciencia a todos los cristianos de hoy a hacernos herederos de esta tradición y defender, una vez más, la dignidad de la persona.

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