domingo, mayo 27, 2007

DESCALZARSE:



Descalzarse...

Una mañana, reflexionando sobre un anuncio, me detuve ante una expresión que resonó de una manera muy especial en mi corazón:

Le pregunté al Señor qué significaba esto. Se me ocurrían palabras como
respeto, delicadeza, cuidado, prudencia...

“descalzarse para entrar en el otro/a”.
Recordé las palabras del Éxodo 3,5:
Eran las palabras que Yahvé dijo a Moisés ante la zarza que ardía sin consumirse, y pensé:
“No te acerques más, sácate tus sandalias porque lo que pisas es un lugar sagrado”

“Si Dios habla al interior de mi hermano/a, su corazón es un lugar sagrado”.

No tardé en ponerme en oración.

Descubrí cómo habitualmente entro en el interior del otro sin descalzarme. .
Experimenté una fuerte necesidad de pedir perdón al Señor y a las personas.

Jesús me presentaba una a una a las personas amigas y conocidas... y luego a otras

Simplemente entro; sin fijarme en el modo: ENTRO

Sentí que el Señor me invitaba a descalzarme y luego a caminar.
Después noté una especie de resistencia:
“no quería ensuciarme”.

Me resultaba más seguro andar calzado para acercarme al otro/a: la comodidad, el temor...

Advertí que descalzo podía descubrir mejor las alternativas del terreno que pisaba,
distinguir lo húmedo y lo seco del pasto de la tierra.
Vencido este primer momento comencé a caminar y el Señor me mostraba algo nuevo a cada paso.

Necesitaba mirar a cada paso lo que pisaba, estar atento al lugar donde iba a poner mi pie.

Me di cuenta de cuántas cosas del interior de las personas se me pasan por alto,
las desconozco, no las tengo en cuenta... por entrar calzado, con la mirada puesta en mí o dispersa en múltiples cosas.

Pude comprobar también que descalzo caminaba más lentamente; no usaba mi ritmo habitual y trataba de pisar con más suavidad. Donde mis zapatillas habían dejado marcas, mi pie no las dejaba.

Pensé entonces: cuántas marcas habré dejado a lo largo del camino en el corazón de las personas.

Y sentí un gran deseo de entrar en las personas sin dejar un cartel que diga: “AQUÍ ESTUVE YO”.
Por último, fui atravesando distintos terrenos, primero de hierva, luego de tierra... hasta llegar a una subida con piedras.
Sentí deseos de detenerme y volver a calzarme; pero el Señor me invitó a caminar descalzo un poquito más.

Advertí que no todos los terrenos son iguales y no todas las personas son iguales.
Por tanto, no puedo entrar en todas de la misma manera.

Esta subida me exigía aún más lentitud pues, cuanto más suavemente pisaba, el dolor de mis pies era menor. Esto me decía:
“cuanto más difícil sea el terreno del interior de una persona, con más suavidad y cuidado debo adentrarme en ella”.

Después de este recorrido con el Señor, pude ver claramente que descalzarse es entrar sin prejuicios...,
Atento únicamente a las necesidades del otro/a, sin esperar respuesta. Es entrar sin intereses, habiendo despojado mi alma.

Porque creo, Señor, que estás vivo y presente en el corazón de cada ser humano,
por eso me comprometo a detenerme, descalzarme... ... a entrar en cada persona como en tu santuario.

Cuento para ello con tu GRACIA, SEÑOR

viernes, mayo 11, 2007

Un bebé abortado, sobrevive al aborto




marzo 12, 2007 at 3:13 pmROMA,

08 Mar. 07 / 04:47 pm (ACI).-


Un bebé de 22 semanas de gestación falleció tras varios días de agonía en el Hospital Meyer de Florencia.

Su madre se sometió a un aborto tras saber que su hijo podría presentar malformaciones congénitas, pero el niño sobrevivió al procedimiento y los médicos se dieron cuenta de que el pequeño estaba completamente sano.

El niño pesaba solo 500 gramos y luchó por sobrevivir desde el aborto practicado el viernes pasado.


Según fuentes médicas, la gestante se sometió a ecografías a las 20 y 21 semanas de gestación en el Hospital Careggi, que señalaron el riesgo de que el bebé sufriera una “atresia del esófago”, malformación que afecta a uno de cada tres mil 500 niños pero que puede ser corregida con cirugía en más del 90 por ciento de los casos.


En declaraciones al diario La Reppubblica, el director del departamento de ginecología del Careggi, Gianfranco Scarselli, señaló que tras las sospechas de malformaciones en el feto, los médicos le recomendaron a la mujer que se realizara una resonancia magnética para despejar las dudas.


Sin embargo, según Scarselli, la mujer “estaba convencida de abortar” y no se sometió a nuevos exámenes.

Una vez practicado el aborto, los médicos notaron que el corazón del niño latía y comprobaron que el pequeño no presentaba malformación alguna. Entonces decidieron reanimarlo.

El bebé se aferró a la vida por varios días, pero falleció por una falla cardiorrespiratoria y su extremo estado prematuro.


Los médicos no han revelado el método empleado en su aborto.

En Italia el aborto es legal por cualquier motivo durante los tres primeros meses de embarazo y después de este plazo sólo en caso de peligro para la mujer o de malformaciones en el feto que pongan en riesgo a la salud física o psíquica de la madre.

Actualmente este caso es investigado por las autoridades para determinar la responsabilidad de los involucrados.


El diario oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano, abordó este caso como “la lucha milagrosa de un niño que el mundo quería asesinar” y consideró que en esta historia “la vida ha sido tirada, despreciada y finalizada en los horribles engranajes de una cultura que rechaza cualquier contratiempo, antes que afrontar un camino de dolor”.


El caso ha conmovido a la opinión pública italiana y ocurrió pocas semanas después que se revelara la historia de Amillia Taylor, una niña estadounidense que se convirtió en la bebé más prematura del mundo al sobrevivir a un parto temprano ocurrido a las 22 semanas gestación.

RED MADRE: AL RESCATE DE LA VIDA



Al rescate de la vida: RedMadre
José Antonio Méndez
"El que salva una vida es como si estuviera salvando a todo el género humano", reza una cita del Talmud.
Y si hay una situación en la que esta frase del libro hebreo cobra verdadero sentido es cuando la vida salvada es la de un niño que aún no ha abandonado el viente de su madre.
A esta tarea se ha consagrado la organización RedMadre, una iniciativa del Foro Español de la Familia (FEF) que pretende ofrecer una ayuda integral a todas las mujeres embarazadas que, por cualquier motivo, se plantean la posibilidad de abortar.
Una mano tendida para ofrecer alternativas reales a cada mujer, con independencia de su situación personal, y que ésta no se vea abocada a llamar a la puerta de una clínica abortista por falta de recursos. "La experiencia de ver sonreir a un hijo es algo único para cualquier madre.Por eso cada mujer que aborta es un fracaso de la Administración y de la sociedad por no haberle ofrecido los medios para salir adelante".
Quien así se manifiesta es Rafael Lozano, director gerente del FEF y miembro de RedMadre. "Estamos seguros de que, en su interior, ninguna mujer desea pasar por ese trance. Nosotros, que somos una asociación de organizaciones, le ofrecemos un apoyo total al canalizar las ayudas de más de 5.000 entidades que se dedican en España a actividades pro-vida.
No podemos olvidar que cada embarazada es un mundo", afirma Lozano. Y no le falta razón. Adolescentes que no han terminado sus estudios, inmigrantes, desempleadas, víctimas de malos tratos, parejas sin vivienda... el espectro de mujeres que tienen problemas para llevar adelante su embarazo es tan amplio como la cartera de entidades que forman parte de RedMadre.Por eso su trabajo se centra en dos vertientes.
De un lado, una labor asistencial para acompañar a las mujeres y a sus hijos antes, durante y después del embarazo. De otro, el FEF promueve Iniciativas Legislativas Populares (ILP) para obligar a las diferentes comunidades autónomas a implicarse en la defensa de la vida. Dicho de otro modo, RedMadre quiere ofrecer ayudas a corto, medio y largo plazo a las mujeres que se plantean abortar, y además trabaja para que la Administración se implique de cara al futuro.
Por ahora, sólo la Comunidad de Madrid apoya de modo institucional esta iniciativa, con un programa piloto que en 2005 atendió a más de 11.000 mujeres desde 30 asociaciones y con un presupuesto de 600.000 euros (esto es, que sin contar las donaciones que aporta el Foro, al Gobierno madrileño le cuesta sólo 54,5 euros salvar la vida de un niño). En el instante en el que una embarazada, desde cualquier punto de España, visita la página web www.redmadre.es , o llama a su teléfono (902 188 988), se pone en marcha una inmensa maquinaria, como si de un buque de rescate se tratara. Durante 24 horas al día, una experta en embarazos imprevistos atiende las llamadas.
Rafael Lozano narra el proceso: "Lo que hace es tenderle una mano a la mujer que acude a RedMadre; la escucha, recoge sus preocupaciones e intenta buscar el problema raíz que la mueve hacia el aborto: falta de dinero, soledad, malos tratos, incomprensión de la pareja, tener más hijos, problemas legales, ser menor de edad...Intentamos dar cariño, porque estamos de su parte, y llegar a todas las mujeres por muchas dificultades que tengan".
Acto seguido se deriva la llamada a otra asesora que resida en la misma comunidad autónoma que la mujer que llama, y se le proporcionan, a través de diferentes entidades, los planes específicos que cada madre necesita: casas de acogida, asesoramiento jurídico, ayudas económicas, bolsas de trabajo, tratamiento ginecológico, planes de estudio, ayudas para la alimentación... "Cada asociación hace un seguimiento de la mujer para que nunca se sienta sola", recuerda Lozano.
UN TRAJE A MEDIDA Y en los casos en que Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma. María sabe que no todas las madres que se plantean abortar buscan ayuda desde casa. Por eso ella acude a las puertas de las clínicas abortistas para evitar que las mujeres entren sin saber que hay otros caminos. "Lo único que hacemos es presentarles una alternativa, que sepan que estamos ahí para ayudarlas y que no es necesario pasar por el aborto". Detrás de sus palabras hay cientos de historias, tantas como niños han visto la luz porque sus madres la escucharon.
Un ejemplo que resume la situación de aturdimiento y presión con que la mayoría de mujeres acude al centro abortista es el de una joven de 18 años que "cuando nos presentamos –relata María–, nos dijo: '¡Ah!, ¿pero es que se puede no abortar?'". Sin embargo, "lo ideal es quedar con ella en un lugar tranquilo para poder escucharla e identificar lo que la mueve a hacer algo que no desea hacer. Desde ahí construimos un traje a medida y abrimos nuevos horizontes. El problema nunca es el niño, sino aquello que no le deja nacer", asevera. Hace un tiempo, María y otras amigas asistieron al bautizo de un pequeño cuya madre (inmigrante, de 17 años y sin dinero) se asió con fuerza a la mano que RedMadre le tendió. "Su novio y ella están encantados con su hijo. Les ayudamos a encontrar un trabajo para él y a llevar a cabo el embarazo sin ningún problema.
La abuela nos dijo que nunca había visto a su hija tan contenta", explica esta "rescatadora" –término con el que se conoce a las personas que evitan, a pie de clínica, que una madre pierda en un aborto la oportunidad de sentir la piel de un hijo contra su piel–.
SIN MATICES POLÍTICOS
Sin embargo, el trabajo de RedMadre trasciende las historias personales. Hasta el próximo verano, el Foro de la Familia promoverá IniciativasLegislativas Populares en todas las comunidades autónomas con el fin de solicitar a sus parlamentos "que toda mujer sea asesorada sobre cómo llevar a cabo su gestación, que el Gobierno de la región promueva y subvencione centros de asistencia, elabore un Plan Integral de Apoyo a la Embarazada y se creen teléfonos gratuitos y webs para facilitar ayuda e información", manifiesta Rafael Lozano. Y esto no es una utopía: nuestra Constitución recoge en su artículo 87.3 que los ciudadanos pueden presentar iniciativas de ley si se cumple una serie de requisitos –como la obtención de un número de firmas, que varía de una comunidad a otra–. De hecho, en Andalucía y Navarra ya se están recogiendo firmas para la ILP que promueve el Foro, al tiempo que Aragón, Galicia, Castilla y León y Murcia ya la han admitido a trámite. "RedMadre no tiene matiz político ni confesional; salvar vidas no es de derechas ni de izquierdas. Por eso lo presentaremos en todas las autonomías, gobierne quien gobierne", aclara Lozano.
¿QUÉ HICE YO PARA EVITARLO?
Lo que el FEF pretende con las ILP es "cambiar la mentalidad de millones de españoles respecto al aborto, y acabar con la ley del silencio y la mentira que lo rodea", asegura el director del Foro, para añadir que "buscamos que la gente tome conciencia de su responsabilidad en este drama. No podemos dejar solas a las madres. Llegará un momento de la Historia en que el aborto sea considerado algo bárbaro, y nuestros hijos nos preguntarán: '¿Tú qué hiciste cuando el aborto era legal?".
De ahí que el FEF reclame a los Gobiernos autonómicos el compromiso de financiar y dar a conocer esta red de apoyo a embarazadas.
María, la "rescatadora", lo tiene claro: "No conozco a ninguna mujer que se haya arrepentido de tener a su hijo, y sí a muchas de perderlo".Quizá el motivo sea el mismo que apuntó Pitágoras, cuando allá por el siglo V a. C., sentenció que "los males del hombre son fruto de su elección; y la fuente del bien la buscan lejos, cuando la llevan dentro". "De su vientre", le faltó añadir.