lunes, abril 13, 2009

LOS TESOROS DE LA IGLESIA

Traigo éste interesante artículo porque desmonta
demagogias, con la riqueza de la Iglesia y los pobres de Africa.
Está muy claro que todo es pura ignorancia.
Precisamente siempre han sido un tesoro en la Iglesia de Jesucristo, los pobres. Desde el principio.
Lo primero que hicieron los Apóstoles fué designar 7 Diáconos, que atendieran a los pobres y a las viudas.
La sociedad ha cambiado, y siempre ha sido una prioridad de la Iglesia la atención de los pobres allá donde esté.
¿Cambiar tesoros Vaticanos por comida para África?
Rodrigo Garza
rgarza@legionaries.org


"Cambio tesoros del Vaticano por comida para África. ¿Te apuntas?". Con este mensaje un internauta ha abierto un espacio en Facebook. En pocos días, se habían adherido 32.146 miembros (Cf. Agencia de noticias Zenit, 13 de marzo 2009).

No es coincidencia que una iniciativa de este tipo haya salido justo antes del viaje del Papa a África. ¿Qué se puede decir al respecto?

En primer lugar, sería interesante hablar de las obras de caridad que la Iglesia realiza en África, Asia y América Latina. En el continente africano la Iglesia católica atiende cientos de hospitales, centros de asistencia humanitaria y de escuelas. Estos centros pueden operar gracias a misioneros y misioneras y a un número considerable de voluntarios laicos católicos. Cada año la Santa Sede y numerosas ONG católicas aportan generosas sumas de dinero para ayudar alimentaria y sanitariamente ese continente.

Acerca de la posibilidad de vender los “tesoros” del Vaticano habría que hacerle notar a estos internautas que su propuesta es más complicada de lo que parece. La legislación italiana prohíbe la venta de las obras de arte que se encuentran en el Vaticano. Esto sería considerado un delito de extracción del patrimonio cultural de la nación. Por otra parte, el Vaticano no guarda celosamente un patrimonio artístico sino que lo pone a la vista de todo el mundo.

Cada día miles de peregrinos y turistas pueden visitar gratuitamente la Basílica de San Pedro y otros templos que contienen una gran riqueza cultural. Igualmente los museos Vaticanos acogen diariamente a miles de visitantes. Para las personas que no pueden pagar el boleto de ingreso, el museo ofrece una visita gratuita los últimos domingos de cada mes.

Si para erradicar la pobreza se necesitan vender las obras de arte del Vaticano, también se podrían vender los museos del Prado, Louvre y el Metropolitan Museum of Art junto con las obras de arte de todos los museos del mundo para combatir el hambre a nivel mundial. ¿Pero sería ésta la verdadera solución al problema de la pobreza?

En su espacio de facebook estas personas usan frases ofensivas contra la Iglesia católica como por ejemplo "Es una vergüenza ver las riquezas del Vaticano y después el telediario". Lo que sí es una vergüenza es que se gasten millones de euros en armamento. Es una vergüenza la cantidad de dinero que se dedica a realizar abortos en los países pobres. Claro, es más fácil matar niños que darles de comer. Son una vergüenza los fraudes financieros y la avaricia enfermiza que han causado, en parte, la actual crisis económica mundial.

Es verdad que también Judas se escandalizó cuando ungieron a Jesús en Betania. Pero el evangelista no dudó en aclarar el motivo de su escándalo cuando escribió: “Dijo esto, no porque se interesaba por los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de la bolsa común, robaba lo que se ponía en ella” (Jn 12,6).

La Santa Sede, después de la primera reunión del G-20 al inicio de la crisis económica, advirtió que “la crisis financiera se convertirá en una catástrofe si es gestionada únicamente por los países ricos” (Comunicado de la Santa Sede, 28 de noviembre de 2008). El viaje del Santo Padre a África de nuevo ha hecho una llamada de atención al mundo para promover la ayuda de la comunidad internacional a un continente fuertemente herido por la pobreza y el hambre. Durante el viaje de Roma a Yaundé a bordo del Boing 777 de Alitalia, el Papa comentó a los periodistas: “la solidaridad y la caridad forman parte de la catolicidad. Por tanto, precisamente de los católicos me espero algo más”.

Frente al problema social es necesario cambiar los corazones de los hombres. La clave que ilumina el camino hacia una verdadera solución social en África se encuentra en que “cada ser humano, incluso el más pobre y pequeño, está creado a imagen y semejanza de Dios” (Mensaje del Papa durante la misa en Yaundé, Camerún, el 19 de marzo de 2009). Por ello el Vicario de Cristo invitó finalmente en esta misa, ante más de 50 mil africanos, a estar atentos “en una época en que tantas personas sin escrúpulos quieren imponer el reino del dinero”.

El Santo Padre se ha convertido en el “abogado” del pueblo africano al que ha llevado el verdadero tesoro del Vaticano, Cristo, que es capaz de dar sentido a la vida de todos sus habitantes.